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Siendo yo una niña, en cierta ocasión mi mama nos llevo al circo, mi hermana y yo estábamos emocionadas, hacia dos días que había llegado a nuestra ciudad, además era la primera vez que podía ir, la otra vez que vinieron yo estaba enferma y no me pudieron llevar.
Cuando llegamos a comprar las entradas, solo había una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho.
Eran tres niñas y cuatro niños, todos probablemente menores de trece años.
Se veía que no tenían mucho dinero.
La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios.
Muy bien educados, todos hacían bien la fila, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano, el mas pequeñito estaba en brazos de su mama
Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían se les notaba que nunca antes habían ido al circo.
La madre, miraba orgullosa a su marido. El sonreía, y miraba orgullo a su gran familia.
El papa le dijo a la empleada de la ventanilla:
"Por favor, déme siete entradas para menores y dos de adultos".
La empleada le indicó el precio. La mujer miro a su marido, y ladeó
su cabeza, con cara de asombro.
Este se acercó un poco más y le preguntó:
¿Cuánto dijo?". La empleada volvió a repetirle el precio.
¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía
suficiente dinero para llevarlos al circo?. Viendo lo que pasaba, mama puso la mano
en el bolsillo, sacó un billete de 500 pesetas y los dejo caer.
(Nosotros no éramos ricos en lo absoluto). Mama se agachó, recogió el billete,
toco al hombre en el hombro y le dijo:
"Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda.
Miró a mama directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete y con sus labios temblando y una lágrima cayéndole por la mejilla, le dijo a mama:
"Gracias, gracias señora. Esto significa realmente mucho para mi familia
y para mí".
Nosotros regresamos a casa. Esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada...
Marian
Sabado 8 de Septiembre 2007 |
