Hoy he estado pensando mucho en ti

 

Hoy he estado pensando mucho en ti, y en todo lo que está pasando. Gran parte de mi cabeza se encuentra "ahí", cerquita de ti. Se me hace increíble que tengas 32 años, ¡32 años, mija! ¡Ya eres una mujer!.

Una fecha que se me hacia tan lejana al verte tan pequeña y vulnerable, dormida a mi lado con tu carita de angelito. Dentro de poco seré una viejita y tú me veras dormir. Me acuerdo cuando de pequeña te llevaba al parque en tu triciclo y yo permanecía sentada  te observaba pedalear mientras reía para mí misma, maravillada de saber que esa cosita traviesa era mía; tan solo mía.

Llegaste en un momento clave de mi vida. Son tan pocos los momentos claves en la vida de una persona… la salida de la escuela, el primer beso, casarse, el nacimiento del primer hijo, el adiós a tus seres queridos… Son tan pocos aquellos que se marcan a fuego en el corazón…TÚ, momento mágico para mí y luz de mis días. Cuando  dije que estaba embarazada nadie me creyó, nadie lo esperaba, aunque yo sabía desde hacía tiempo que tu venias a mi vida, a nuestras vidas. Desde el primer día soñé contigo y supe que serias una niña, nadie me creía y todos me negaban, incluso decían que no estaba embarazada.

Me  olvide de mis penurias, solo existía ese pequeño ser que tomaba forma en mi vientre. Te voy a decir algo que a nadie he comentado: ese día que me entere de que estaba embarazada, en la noche llore y agradecí a Dios, porque tú fuiste su respuesta a mis plegarias, tú fuiste la forma en que Él me dijo que no me había olvidado.

A partir de ahí, tú te convertiste en una extensión mía, no había (ni hay) nada que no me haga pensar en ti… cada vez que salía y veía una cuna, un sonajero, imaginaba una sonrisa de un bebe y embelesada paraba en los escaparates mirando e imaginando como serias. Recordando de regreso a casa el autobús en el que yo venía hizo una parada para que subiera la gente. Desde la ventanilla mire y viendo un escaparate en el que había  un pequeño vestidito color rosa del cual  me enamore. Cuando el autobús comenzó a avanzar me puse como loca y pedí bajar… Si vieras la cara del conductor cuando casi salte del autobús… Después de comprarlo tuve que esperar media hora al próximo autobús, pero entre mis manos llevaba una bolsa con un vestido para mi niña y, tranquila llegue a la casa. Me moría de ganas de vértelo puesto. Siempre en mi mente estaba la llegada  de mi niña.

Nada es comparable como la sensación más hermosa que nunca voy a olvidar…  el día que Tú naciste. Recuerdo la doctora me pregunto que si había elegido ya el nombre. Le dije que si, Vanessa. Me replico, ¿sabes que es niña? ¿Se lo han dicho? Respondí no, yo sabía que eras  una niña y que te llevaba  esperando mucho tiempo. Fue entonces, cuando lloraste en mi vientre. Jamás te podré  explicar esa sensación  inolvidable, (cosa que ahora no tengo que explicarte por que lo has sentido).

Por fin,  la doctora te puso entre mis brazos, tu carita pequeña e hinchada en medio de una sabanita… fue algo que a hasta la fecha no encuentro palabras para describirlo. En verdad no recuerdo, que sucedió a mí alrededor, todo se borro para mí y solo existías tú. Durante todo el camino te fui estrechando entre mis brazos, jurándome que siempre velaría por ti. NO veo y ni creo que exista un amor más puro y desinteresado, capaz del sacrificio total que el de una madre por su hija.

Maravillada te veía correr, saltar, reír cuando salías conmigo. Te abrazaba contra mi pecho, y besaba tus mejillas coloradas… Recuerda bien esto mija… MAMA DARIA SU VIDA POR TI.

Hemos vivido tantas cosas, estando tan cerca y tan lejanos, pero en nuestros corazones no hay distancias. Como olvidar cuando poco a poco mi cuarto se fue llenando de muñecos y juguetes tuyos, tenía a mi hija a mi lado. Eras muy tragona, ya que una botella de leche era de regla durante la noche y me despertabas, no sé si cada dos horas y me pedías: ECHE, yo te volvía a llenar tu bibí. No sabes cuantas veces te observaba y sonreía, grabando esa imagen en mi mente y en mi corazón. Desvelada en la noche, no importaba que al otro día me levantara sin dormir. Me encantaba escuchar esas palabras de bebe que enternecían. Vane, nos sabes cómo agradezco cada instante de mi vida  a Dios, el tenerte a mi lado, que me deje ser la "mama" de ese ser travieso y bello.

Me siento muy orgullosa al saber  que ya eres toda una madraza… mi niña chiquita, tierna y sencilla mujercita, le aquejan tantas cosas, tantas dudas. Daría lo que fuera por que tu existencia fuera más tranquila, sin problemas ni dudas, que solo  existiera para ti amor, felicidad y los triunfos. Hija mía tienes que tener en cuenta que la grandeza del ser humano se logra atreves  del sufrimiento, las equivocaciones y la lucha diaria. Mi Fe en que tu inteligencia sobrepasa los límites de lo ordinario, por que se que esa rebeldía como parte del crecimiento, es menor a la cordura que sueles tener cuando piensas: LO QUE SE SIENTE, SE PIENSA Y SE DICE.

Somos muy parecidas y estoy casi segura que aunque hubiera tenido  otra hija no se parecería tanto a mí en gustos,  locuras, soledad, como tú. Tan parecidas cuando luchamos sufriendo, o soltando por nuestra boca algunas palabras de las cuales, nos podemos arrepentir. Quisiera que pudieras ver dentro de mi corazón para comprender  el por qué de las cosas, por qué de mi desesperación  por hacerte comprender para  librarte de ciertos tragos amargos de la vida. TE QUIERO MUCHO.

Mi mayor deseo es compartir momentos de felicidad contigo y si en el camino se cruza una piedra, que ambas nos apoyemos para saltarla y seguir adelante. Es una dicha para  mí verte convertida en una madraza. Cuantas veces le pido a la  vida verte realizada como mujer, como madre, como esposa, como hija, como hermana… Que seas ese bastión de energía que nos impulse también en nuestros momentos de flaqueza y duda.

Grítame y empújame al buen camino cuando este perdida viendo en ti  ese sostén que me mucha falta, que nuestras lagrimas se confunden con la lluvia, no quiero que seas millonaria y que tengas veinte coches y diez casas. Quiero a mi hija, a mi niña rebelde, pero sensata,  pero moderada y respetuosa. Quiero de ella, aquello que ni todas las fortunas del mundo pueden comprar… una sonrisa, una caricia, un abrazo fuerte, una palabra de amo del corazón. QUIERO VERTE FELIZ.

Sé que son momentos de mucha tensión, en los  que sientes que nadie te comprende y que tu existencia se divide entre la decepción y la apatía. La verdadera esencia de la vida es cuando tú misma te enfrentas  a la raíz de las cosas tratando de sacar el mejor provecho de la vida. No te pierdas el tiempo en enfrentarte a las costumbres e ideales de los que no piensan como tú, no merece la pena. Aprende a aceptar siempre el pro y el contra para tu bienestar. Inteligente es aquel que siempre dará un paso hacia adelante en lo universal, no solo en su propio beneficio.

La inteligencia no se mide por  lo que aprendes, sino por lo que asimilas. Ser tu misma, es lo que verdaderamente vale a pesar de que los demás no estén de acuerdo contigo. La que te quiere y lucha contigo por un sentimiento mas allá de la vida siempre estará ahí, tu familia.

Recuerdo aquel día, que te caites de tu triciclo y te raspaste una rodilla. Me levante corriendo  a donde te habías caído te levante, entre  lágrimas me decías que te dolía… no sabía qué hacer.  Lo primero que se me ocurrió fue pegarle al triciclo y con voz  enojada le grite “al triciclo” ¿Por qué tiras a mi niña? Toma, toma y le seguía pegando a la rueda. Sonreíste y me dijiste ya no le pegues. Con tu manita detuviste la mí, es mío me dijiste y así, con la rodilla lastimada te volviste a subir y seguiste dando vueltas. Esa es mi Vane.

Quiero que veas a la vida: como un TRICICLO, aunque te caigas y te lastimes, la defiendas. Nadie te puede quitar la decisión de hacer bien las cosas. Los seres que te aman y que alguna vez te han lastimado son como ese triciclo. Quien aprende a controlar aprende a enseñar. Es un alimento que de ser  humano te trasforma en ser único.

Tu eres mi niña, un ser inteligente que aprovecha cada día por que quiere aprender. Tu esfuerzo cuando superas el dolor te hará repetirte a ti misma que no estás perdiendo el tiempo, porque hoy siembras lo que mañana recogerás. El resultado no es inmediato, no  sientas que todo es en vano, ¡NO ES CIERTO! Hay algo que has  aprendido…todo a su tiempo… es la ley natural de las cosas. Quien espera desespera, pero aprende a saber cuándo es el momento indicado en cada instante de su vida.

Mi niña querida, como quisiera estar en este momento contigo y esto que te escribo poderlo reafirmar con un abrazo y un beso. Que me sientas a tu lado y que veas que parte de mis canas no son solo de herencia sino de vida y experiencia  que quiero compartir contigo, con un solo y único fin, TU FELICIDAD. A pesar de no estar muy cerca, para el amor y el pensamiento no hay tiempo ni fronteras. En cada minuto de mi vida hay un pensamiento y deseo de bienestar para mi familia, para mi niña que aunque sea una mujer…siempre serás mi niña.

Cierro los ojos y viéndote sonreír  por lo que te escribo solo pido haber podido tocar una pequeña fibra de tu ser con mis palabras, poder crear  en ti una reflexión…para poder seguir creyendo en mi y que todo lo que he hecho bueno o malo, mucho o poco no ha haya sido en vano…

 

 TE QUIERO MUCHO MI VIDA

" Con todo mi amor para mi hija Vanessa"

Marian

Martes 03 de Junio  2017