Aquel día llego. Lo que estaba destinado, sucedió. Y mi alma vio a mi cuerpo tendido sobre la camilla. Sentí el desprendimiento. Y poco a poco los colores fueron desapareciendo, las formas dejaron de tener forma, todo se convertía en una nada absoluta, oscura nada, negra y vacía, sin luz alguna. Sin poder ver delante, ni detrás, ni al costado.
Y me sentí perdida, hueca, trate de escapar de allí, pero la oscuridad siempre me rodeaba. Y lentamente fui perdiendo toda esperanza, toda señal de que alguna vez estuve viva, faltaba poco para ser parte de esa oscuridad, me daba cuenta de que solo era producida por el conjunto de almas perdidas, y yo era casi una de ellas....
Y cuando la resignación me vencía ,una tenue luz brillo a lo lejos, muy lejos, tan lejos que la vi como se ve a una estrella en el cielo. Y se encendió, luego pareció apagarse y con ella mi ultima esperanza. Pero pronto volvió a brillar, esta vez con más fuerza, me quede asombrada, admirándola. Se volvía más grande.....Lentamente derrotaba a la oscuridad a su paso, como si fuera un jinete abriéndose paso entre dragones.
Y la luz se hacia mas intensa y mis ojos no podían dejar de verla, hasta que en un instante la luz mato toda oscuridad, no dejando un solo rincón sin claros y me envolvió, trayéndome paz, una paz interna que jamás había sentido, calma, tranquilidad.....Vida… la sensación de haber cumplido, la sensación de saber que has llegado a tu destino, has vuelto a casa.
Y de entre los blancos, asomaste tu rostro, tan bello, tan magnifico. Y batiendo tus alas te acercaste a mí, extendiste tu mano mientras me decías "ven conmigo".Yo extendí la mía, segura de lo que hacia, me deje llevar... Y sentí volar...Y la luz siempre nos cubría, nos envolvía y protegía.
La paz no parecía tener fin. Y sentir tu mano era la sensación más hermosa que había sentido en todo mi tiempo. Y cuando decidí decirte "gracias"
Me miraste y llevaste un dedo a tu boca en señal de silencio....
Sonreíste
Y dijiste
"Gracias a ti, mi ángel"
Marian V.
Junio 2017
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