Curiosidades sobre los perros

 

 La nariz del perro, su huella dactilar


¿Sabías que no hay dos narices de perros iguales?
Como lo oyes! Nos referimos concretamente a la trufa, la parte negra, rugosa, húmeda y sin pelos. Si te acercas mucho, verás que está compuesta por un intrincado patrón de líneas y surcos.
Tan intrincado que, aunque no lo parezca, es totalmente único en cada perro. De hecho, la trufa podría ser el equivalente a las huellas dactilares de los humanos. Es también una de las partes más sensibles del cuerpo del perro: a la mayor parte de ellos no suele hacerles gracia que se la toquen y retirarán la cabeza enseguida.
¿Quieres conocer una curiosidad más sobre el cuerpo de estos animales? Allá va: los perros tienen ombligo, como nosotros (aunque puede ser muy difícil de encontrar).El patrón de marcas y surcos de la nariz de cada perro es único, como una especie de huella dactilar.

No te imaginas hasta qué punto el olfato del perro es mejor que el tuyo. Y ya que hablamos de la nariz, otro dato curioso sobre los perros: seguro que sabes que su olfato es mejor que el nuestro, claro, pero... ¿te haces a la idea de hasta qué punto?
Para que te hagas a la idea, los humanos tenemos alrededor de 5 millones de receptores olfativos en el cerebro (las neuronas encargadas de captar e interpretar los olores), mientras que los perros tienen más de 220 millones: ¡44 veces más! Globalmente, se estima que el olfato de los perros es hasta mil veces más fino que el de los humanos.
Eso explica que los perros no solo sean muy útiles encontrando explosivos o personas atrapadas, sino que incluso sean capaces de percibir los cambios de ánimo y detectar la presencia de tumores, diabetes y otras enfermedades.

 

¿Los perros pueden ver en colores?

En realidad, los perros sí que pueden ver colores (más o menos).Pasamos del olfato a la vista para recordar una de esas curiosidades sobre los perros que se suelen escuchar a menudo, pero que en realidad son leyendas urbanas: no, los perros no ven en blanco y negro.
Tu perro puede distinguir colores, solo que no lo hace igual de bien que tú. El verde y el rojo, en concreto, le resultarán difíciles de diferenciar y los verá casi como gris o marrón.
Sin embargo, tu perro percibirá los amarillos y azules sin mayor problema. Todo esto te lo contamos con más detalle en nuestro artículo sobre cómo ven los perros.
Contrariamente a la creencia popular, los perros sí que pueden ver colores, solo que de forma diferente a nosotros.


¿Tu perro sueña igual que lo haces tú?

 

¿qué sucede cuando los perros cierran los ojos? Pues todo parece indicar que sueñan, de manera similar a como lo hacemos nosotros.
Es cierto que los perros duermen siguiendo patrones horarios diferentes -tienden a alternar períodos de sueño breves con vigilias de unos pocos minutos, como te contamos en nuestro artículo cuánto duerme un perro-, una herencia de su pasado salvaje, pero cuando cierran los ojos sus ondas cerebrales son como las de los humanos.
Un detalle interesante sobre este tema es que los perros enanos y pequeños parecen soñar con más frecuencia que los grandes, sin que el motivo esté claro. En cuanto a con qué sueñan los perros, lo más probable es que, como nos sucede a nosotros, sus cerebros evoquen sus experiencias recientes.
Así pues, cuando escuches a tu peludo ladrar en sueños o le veas mover las patas, no te preocupes: seguramente en su sueño sigue aún en el parque, persiguiendo una pelota o jugando con otros perros.


¿Por qué tu perro gira sobre sí mismo antes de hacer sus necesidades?


Todos conocemos el inevitable ritual que sigue un perro antes de hacer sus necesidades: debe buscar la zona de hierba precisa (no vale cualquiera), olfatear bien la zona... y al final, justo antes del momento que el pobre dueño lleva minutos esperando con una bolsita de plástico en la mano, el perro da una vuelta sobre sí mismo. Curioso, ¿verdad? Hay muchas teorías que intentan explicar por qué los perros dan una vuelta sobre sí mismos antes de hacer sus necesidades, pero ninguna es concluyente. La más reciente, elaborada por el investigador checo Hynek Burda y difundida por el Washington Post, afirma que tiene que ver... ¡Con campos magnéticos!

La costumbre de los perros de girar sobre sí mismos antes de defecar podría tener relación con el campo magnético de la Tierra, aunque hay numerosas teorías. Y es que, según parece, los perros siempre defecan orientándose hacia el sur o hacia el norte cuando el campo magnético del planeta está estable. Así pues, el giro sería una forma de ajustar su brújula interna con el campo magnético de la Tierra para determinar la orientación perfecta para la deposición.


¿Los bostezos de tu perro no significan lo mismo que los tuyos?


Recordábamos al principio de este artículo que todos tendemos a humanizar a los perros, y los bostezos son un buen ejemplo de a qué nos referíamos. Cuando tú bostezas, los posibles motivos son aburrimiento o cansancio. Por lo tanto -quizás pienses-, si un perro bosteza mucho será porque tiene sueño. Y sí, en efecto los perros bostezan cuando están cansados, pero también pueden hacerlo en muchas otras situaciones. Algo tan aparentemente simple como un bostezo puede significar:
Apaciguamiento: cuando un perro bosteza y desvía la mirada, está indicando que no quiere conflictos.

Anticipación ante algo positivo: ¿te has fijado en que tu perro a menudo bosteza, además de relamerse, cuando le estás preparando su comida? Es su cuerpo intentando controlar la excitación.

Empatía: si tú has bostezado, es probable que tu perro lo haga también. Y algo curioso: los bostezos fingidos no consiguen crear este efecto, solo los reales (te animamos a probarlo).

Desagrado: varios bostezos rápidos y seguidos pueden indicar que el perro se siente incómodo o agobiado.

Ansiedad: los perros también bostezan para intentar relajarse. Así que, si ves a tu perro bostezar varias veces sin motivo aparente, quizás se sienta estresado.

Los bostezos de los perros son una forma de comunicación y pueden expresar mucho más que simple cansancio.


¿ Los perros te alargan la vida (literalmente)?


Entre las curiosidades sobre los perros que más se suelen repetir hay una que nos encanta y por eso queremos recordarla: tener un perro y cuidar de él te alarga la vida. ¡Literalmente!
Algo tan simple como acariciar a un perro y jugar con él durante 30 minutos puede hacer descender tu presión arterial hasta en un 10% y provocar también una bajada significativa en el cortisol, la conocida como hormona del estrés.

Por si esto te parece poco, hay estudios a largo plazo que demuestran que las personas que conviven con una mascota (no solo perros, también gatos) tienen un menor riesgo de morir de un infarto.
Además, si tienes un bebé, la convivencia con un perro o un gato reducirá la probabilidad de que desarrolle alergias en su vida adulta.
No está nada mal, ¿verdad? ¡Todo lo que nos dan y lo poco que piden a cambio!


¿Tu perro  puede experimentar sentimientos de culpa?


Llegas a casa y descubres que tu perro ha hecho de las suyas: quizás se ha comido medio saco de pienso, ha destrozado los cojines del sofá o ha hecho sus necesidades en medio del pasillo. Tú te enfadas, y mientras le riñes ves que él se queda sentado en medio del desastre con las orejas gachas y mirándote de reojo...¿Te suena familiar? Si has vivido una situación así, seguramente pensaste que tu perro se sentía terriblemente culpable por lo que había hecho. Pero lo cierto es que no, no es así.(Antes de seguir, un consejos: si tu perro arma esos destrozos con frecuencia, los juguetes interactivos para perros pueden ser la solución).

Los perros no pueden sentir culpa, ya que es una emoción humana. Su decaimiento cuando se les regaña se debe al estrés de la propia regañina. Sabemos que hay perros muy inteligentes, pero ninguno de ellos puede sentir culpa, por especiales que sean. Es una emoción humana y no tiene ninguna relación con lo que al perro se le pasa por la cabeza en ese momento. Si ves a tu perro contrito en medio de una regañina, el motivo es... la propia regañina.

Tu perro no entiende lo que está pasando, pero sí comprende perfectamente que estás enfadado con él, así que adopta un perfil bajo y se muestra sumiso. Lo que tu perro siente en ese momento no es culpa o arrepentimiento, sino ansiedad por lo que le transmites con tu tono y tu lenguaje corporal. Su mente de ninguna forma puede relacionar tu reacción con lo que él ha hecho un rato antes.


?Tu perro puede sentir celos (a su manera)?


Es improbable que los perros sientan los celos como lo hacemos nosotros, pero sus reacciones indican que experimentan algo similar. Quizás lo hayas notado si en algún momento has estado muy pendiente de un perro diferente del tuyo o si has introducido en casa a una nueva persona o animal.Por supuesto, algunos perros pueden tener más tendencia que otros a sentir celos, pero en esas situaciones es habitual que un can se entrometa, que proteste o se muestre ambivalente hacia los recién llegados.

En lo relacionado con los celos, al final, los perros pueden comportarse de forma parecida a como lo haría un niño de pocos años: desconcertados porque ya no son los únicos y ansiosos por recibir más atención. Hablando de celos, atención y afecto, quizás te interese también conocer las señales en las que deberías fijarte para responder a la pregunta cómo saber si mi perro me quiere. Los perros no sienten los celos como nosotros, pero sí que reaccionan de forma similar: si son desplazados por otro perro o persona, querrán recibir más atención.


¿Tu perro utiliza hasta 20 músculos solo para mover sus orejas?


Hemos empezado esta selección de curiosidades sobre los perros hablando sobre su increíble olfato, así que, ¿por qué no terminamos con el oído? La verdad es que tanto las orejas de los perros como su sentido del oído son impresionantes. Las propias orejas tienen hasta 20 músculos, nada menos, y ese es el motivo por el que pueden moverlas de manera independiente, doblarlas, girarlas... en fin, en comparación nuestras orejas parecen bastante aburridas, ¿verdad? Además, los perros oyen a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que nosotros y pueden percibir sonidos de frecuencias muy elevadas. Esa es la razón por la que a menudo verás a tu perro reaccionando (mirando en una dirección concreta, ladrando, yendo a investigar, etc.) sin motivo aparente: ha escuchado algo que a ti se te escapa.
 

Marian

Domingo 23 de Marzo del 2025

 
 

 

 

 

 

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