Perversa
Seducción
Laura, una joven tan hermosa como un día de primavera, pálida como
la nieve, sus ojos azules y penetrantes, su cabello claro y rizado,
una joven que sería la perdición de cualquiera hombre… hoy
se puede ver en su mirada un vació que eriza los pelos del mas
audaz...Algún tiempo atrás, cuando la inocencia era su mayor tesoro, llegó
en una noche con una luna llena en todo su esplendor, un joven muy
apuesto: David.
Fue verlo simplemente y Laura cayó en algún tipo de encantamiento,
su inocente hermosura iba poco a poco convirtiéndose en la más
pérfida corrupción de su alma. David era muy alto, tenía unos ojos azules intensos penetrantes, tan
penetrantes como el océano, pero vacíos, su sonrisa, producía tal
escalofrío...Su mirada te helaba la sangre, su sola presencia
producía terror. Pero Laura se había enamorado, no hizo caso alguno
a los comentarios.
Se reunían en noches de Luna llena a la orilla de
un hermoso lago., ella llegaba primero paseaba un rato por la orilla
y él se acercaba, como salido de la nada nunca le dijo que la amaba,
ni la más mínima expresión directa de sentimientos, sólo una gran
temática de conversaciones que se tornaban en las más oscuras
insinuaciones.
Llegó por fin el día, después de mucho tiempo, cuando una Luna
rojiza corrompía las aguas, en que la densa niebla los
envolvía, él se acercó a ella y le abrazó, Laura sintió que las
fuerzas del cuerpo le abandonaban...su cuerpo se estremeció, su
mayor deseo era ser suya, ¡Cómo le seducía su misterio! Cada vez que
estaba cerca de él sentía un miedo espeluznante, era una mezcla de
terror, pero, al mismo tiempo, era el deseo de pertenecerle.
David la agarro por la cintura y Laura cayo en trance, sus fuerzas
se estaban opacado, su alma tenía un sólo deseo: Pertenece a él,
aunque sabía que seguirle sería dejar todo lo que había creído. No
iba hacer caso de los comentarios ni de las habladurías, su
pensamiento era ser suya.
Como un imán, una fuerza oscura, misteriosa, que nadie lograría
comprender, Laura y David se besaron, después David mordió su
cuello, ella sintió como se clavaban sus colmillos y como un hilo de
sangre caliente recorría su cuello...Cada vez era mas el deseo de
pertenecerle, de ser suya,
David se separo de ella, la beso, luego
se mordió en su muñeca y dio de beber su sangre a Laura,
hasta ahora muchos jóvenes seducidos por su belleza han perdido la
vida, al fin y al cabo Laura es hoy en día otra sierva de un
vampiro, la cual tendrá que llevar a cabo la obsesión de su amo:
SED DE
INMORTALIDAD.
Marian
29 de Noviembre
del 2022
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