Hoy pensé en ti, tal y
como hago a diario. Me
hiciste creer en aquello
que creía perdido, que
creía que ya no era para
mí, hemos pasado buenos
momentos y algunos no
tan buenos, siempre has
estado ahí, aún en los
peores momentos de mi
vida. Siempre
has tenido la palabra
precisa en el momento
justo.
Eres quien comparte la
mayoría de mis
pensamientos. Por ti he
conocido el verdadero
sentido de lo que es la
verdadera amistad y
quiero agradecértelo. Es
increíble que son tan
fuertes los lazos que
nos unen y aunque no nos
hemos visto en persona, ambos
sabemos que nos tenemos.
Siempre has estado aquí,
aunque estés tan lejos,
te he sentido siempre
muy cerca de mí. Tus
palabras han sido las
que han abrazado mi alma
en noches de soledad y
desconsuelo. Me
enseñaste que las
lágrimas de vez en
cuando son buenas y que
con ellas aprendemos a
purificar nuestra alma y
espíritu.
Demostramos que una
verdadera amistad no
conlleva necesariamente
años, sino que se forma
de momentos y
experiencias especiales
como las que tú y yo
hemos compartido a lo
largo de estos años. Me
demostraste tu cariño
siempre que podías. Me
enseñaste a quererte de
manera sin igual y a
conocerte cada día más.
Mi corazón siempre está
contigo.
No importa que estemos
lejos, nuestra amistad
trasciende las barreras
y desafía la distancia.
No necesitamos decir una
palabra cuando algo
sucede pues nuestro
silencio nos delata y es
nuestro corazón el que
habla por nosotros. Eres
increíble y especial, por eso hoy te quiero
regalar este pedacito de
rincón en mi querida
Avalon.
Para ti mi
querido amigo Rudy por
tantos años de Amistad.
Marian
Martes 11 de octubre
2016